¿Estás en la nube?

La red Internet proviene de la red Arpanet que se originó para interconectar varias universidades de Estados Unidos a comienzos de los años 70. Sin embargo se hizo popular recién a comienzos de los 90 con la llegada de los protocolos www que permitieron la consulta remota de archivos (Hipertexto).

Originalmente surgió la expresión “nube”, como la referencia a una red de servidores conectados a Internet con alcance global.

La frase “computación en la nube” (Cloud computer en inglés) es mucho más reciente y se puede afirmar que vio su origen en el año 2006, cuando Google y Amazon comenzaron a extender sus propios negocios a través de Internet. Es por ello que prácticamente ya no se requiere de un medio físico como un CD o DVD para la utilización de un software o un servicio.

Concretamente, computación en la nube se refiere al conjunto de software y servicios necesarios para poder ejecutar procesos en computadores remotos (Nube), y que finalmente nos permitan visualizar el resultado de ese procesamiento en nuestros dispositivos locales. Un ejemplo de ello es cuando procesamos un vídeo utilizando los servicios de Google en la nube, obteniendo toda la potencia de procesamiento de un supercomputador y viendo el resultado en nuestro teléfono inteligente (Smartphone).

Pero dejémonos de historias y vamos al grano.

 Como propietarios de una computadora, un teléfono, o simplemente como usuarios de un sistema en el trabajo, hacemos uso de múltiples recursos en la nube.

Tal es así que, al operar en un cajero automático, efectuar una reserva de pasajes desde nuestra notebook o, ejecutar algún proceso sobre un vídeo o fotografía que hemos subido a Internet, utilizamos computación en la nube. La realidad es que la transacción bancaria no se realiza en el cajero, la reserva no está en nuestra PC y el vídeo o foto no se procesa en nuestro dispositivo.

Casi sin darnos cuenta nos fuimos introduciendo en un universo en el cual interactuamos permanentemente con estos sistemas distribuidos y del cual sólo somos un eslabón necesario para su sustento. Pero sin entrar en cuestiones filosóficas retomemos la pregunta del título del artículo que va un poco más allá de estos ejemplos.

 Este interrogante no tiene la misma respuesta para todas las personas. La gran mayoría son usuarios (Eslabones) de las nubes de grandes corporaciones. En cambio, sólo una minoría forma parte de un universo de individuos que comienzan a construir sus propias nubes personales.

En futuros artículos iré profundizando en este apasionante tema y abordaré el concepto de seguridad en la nube. También aportaré ejemplos concretos de utilización de nubes personales. Espero sus comentarios y trataré de responder a todas las consultas que me realicen.

Andres Waldner

Analista Programador

Andes Red